- Hacienda estima que el impuesto a las remesas afectaría hasta el 20% de los ingresos familiares en algunos estados
- El secretario Edgar Amador considera que la medida sería injusta y violaría acuerdos bilaterales
- México descarta recesión y mantiene pagos pendientes a proveedores de Pemex
El secretario de Hacienda, Edgar Amador, alertó que un posible impuesto del 3.5% a las remesas por parte del gobierno de Estados Unidos podría tener un impacto económico equivalente al 3% del Producto Interno Bruto (PIB) de México.
Durante su participación en la Reunión Nacional de Consejeros Regionales de BBVA 2025, Amador señaló que, aunque este efecto sería neutral para las finanzas públicas, a nivel local afectaría gravemente a millones de familias, ya que en algunos estados las remesas representan hasta el 10% del PIB y el 20% de los ingresos familiares.
El funcionario calificó la propuesta como injusta, discriminatoria y posiblemente contraria al acuerdo bilateral para evitar la doble tributación entre México y Estados Unidos. Añadió que espera que la postura del gobierno mexicano sea tomada en cuenta por el Senado estadounidense.
Además, explicó que un escenario en el que el peso se aprecie podría empujar a los migrantes a enviar más dólares para mantener el mismo nivel de apoyo a sus familias, lo que terminaría afectando el consumo en Estados Unidos. “El mercado interno estadounidense podría ser quien termine pagando el costo”, dijo.
Pagos a proveedores de Pemex
En el mismo evento, Amador informó que el gobierno ha pagado 147 mil millones de pesos a proveedores de Pemex, aunque reconoció que aún existen adeudos. Afirmó que se está trabajando con la Secretaría de Energía y la directiva de Pemex para buscar nuevas opciones de financiamiento, y aseguró que la empresa estatal tiene un buen acceso al sistema bancario.
Economía mexicana, estable y sin recesión
Amador descartó que México enfrente una recesión económica, señalando que el país avanza con solidez y que los proyectos de inversión siguen activos. Resaltó que las calificadoras internacionales han ratificado la confianza en México, y reiteró que no se planteará una reforma fiscal en lo que resta del sexenio.
En cambio, destacó que la recaudación aumentó de 12% a 14% del PIB entre 2018 y 2024, sin necesidad de modificar las tasas de impuestos. Este resultado, dijo, se logró mediante mayor eficiencia, combate a la evasión y administración honesta.