• El costo de la canasta urbana aumentó 4.27% anual, por encima de la inflación general del 3.6%.
• En zonas rurales, el incremento fue de 2.93%, impulsado por el alza en carnes y comidas fuera del hogar.
• Los productos que más encarecieron la canasta fueron la carne de res, la leche y los alimentos preparados.
Aumenta el costo de los alimentos básicos
Durante octubre de 2025, el precio de la canasta alimentaria urbana registró un aumento anual de 4.27%, superando la inflación general del 3.6%, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). En el ámbito rural, el incremento fue de 2.93%, reflejando presiones similares en los precios de productos esenciales.
La canasta alimentaria sirve como referencia para calcular las Líneas de Pobreza Extrema por Ingresos (LPEI), que indican qué porcentaje de la población no puede adquirir los alimentos básicos con su salario.
Carne y comidas fuera del hogar, los mayores incrementos
Los rubros con mayor impacto en el aumento de precios fueron los alimentos y bebidas consumidos fuera del hogar, el bistec de res y la carne molida de res, con incrementos de hasta 19.4% anual.
El Inegi reportó que el consumo de comidas fuera de casa tuvo un alza promedio de 7.5% tanto en áreas rurales como urbanas, lo que refleja el encarecimiento general de los servicios alimentarios. En las ciudades, también destacó el incremento en la leche pasteurizada de vaca, mientras que en las zonas rurales la carne molida fue el producto que más incidió en el alza.
Valor de la canasta y niveles de pobreza
En octubre, el valor de la canasta alimentaria fue de 2,450 pesos en el ámbito urbano y 1,844 pesos en el rural. Aunque ambos mostraron descensos leves respecto al mes anterior, registraron aumentos anuales de 4.26% y 2.92%, respectivamente.
Por su parte, la canasta alimentaria y no alimentaria —que incluye bienes y servicios básicos— alcanzó 4,759.91 pesos en zonas urbanas y 3,411.88 pesos en rurales, lo que representó incrementos de 3.6% y 3.1% anual.
Factores que presionan el costo de vida
El Inegi destacó que los productos alimentarios fueron responsables del 59.9% del aumento total en el ámbito urbano y del 50.6% en el rural. En los bienes no alimentarios, los mayores incrementos se dieron en cuidados personales, educación, vivienda y servicios de conservación, lo que también elevó las Líneas de Pobreza por Ingreso (LPI).
Estos resultados reflejan que, aunque la inflación general continúa moderándose, el precio de los alimentos mantiene una presión constante sobre el gasto familiar, especialmente en los hogares urbanos.


